Arrancado de su lecho donde aun yace la cabeza
El pequeño cuerpo fetal atravesado
Por un brutal instrumento,
Es extirpado por su madre
Quien desangra atreves de la vagina.
Sintiendo la mórbida carne en sus manos
Introduciéndolas en el sangriento orificio
Es invadida por el arrepentimiento
E intenta reconstruir al embrión destrozado.
La brutalidad es tal que la madre a muerto junto al niño