Una vez tuvo los ojos, aún más negros que el dolor.
Una vez tuvo en sus labios, la palabra del perdón.
Una vez fue primavera, ángel blanco, ilusión.
Su mirada era serena, luz de niebla, resplandor.

Pero ahora viaja en llamas angel negro del rencor.
En sus manos lleva el fuego en sus pies, la destrucción.
Recordando todo el tiempo aquel tiempo que se fue.
Añorando lo que era, maldiciendo lo que es.

Busca la princesa
Un sueño de oro y poder.
Para tener allí en su reino
Lo que nadie pudo tener.

Colgaste al adivino por decirte la verdad.
No son dioses las personas
A quien la muerte vencerá.
Debes saber, princesa, tus ojos van a ver llorar.
Sobre la tumba un epitafio escribirán.

Te vas, princesa, ríes y te vas.
Hoy en tu copa un poco de vino y la eternidad.